Franja de Gaza amenaza convertirse en tumba de invasores. COMANDOS ISRAELÍES EN LA RATONERA

Bandera Palestina

La indiferencia de muchos países, y la complicidad de algunas potencias han permitido que, en pleno siglo XXI, Israel ataque por aire, tierra y mar la Franja de Gaza, donde viven un millón y medio de palestinos en estado de catástrofe humanitaria.

Gaza es una franja territorial de 45 Km. de largo por 8 de ancho. Sus habitantes sufren escasez de comida, electricidad, combustible y falta de servicios de salud en pleno enfrentamiento bélico.

Israel ingresó a sangre y fuego, dispuesto a eliminar a cualquier precio a los miembros del brazo armado de Hamás. En esta ofensiva militar murieron adultos, mujeres y niños inocentes. Pero ahora Israel enfrenta un gran dilema: sus tropas corren el riesgo de quedar sepultadas en él.

Pero esto les importa poco a los líderes sionistas que lanzaron esta operación de exterminio, al extremo de considerar la posibilidad de que sus soldados queden entrampados en la ratonera con la finalidad de que destruyan las lanzaderas de cohetes y misiles, apresar y matar a la cúpula de Hamás.

El conflicto de la Franja de Gaza, denominado Operación Plomo Fundido por las Fuerzas de Defensa Israelíes, es una ofensiva militar dirigida contra objetivos de la infraestructura de la organización Hamás, principalmente puertos, sedes ministeriales, cuarteles de policía, depósitos de armas y los túneles subterráneos que comunican la Franja de Gaza con Egipto.

El objetivo de este ataque es destruir la «infraestructura terrorista» y la capacidad militar de Hamás, como respuesta al lanzamiento de cohetes y proyectiles de mortero, contra objetivos civiles israelíes por parte de milicianos palestinos desde que acabó el alto el fuego hasta el comienzo de la ofensiva, más de 200 proyectiles impactaron en Israel.

Se trata del ataque con mayor número de bajas del conflicto árabe-israelí en los últimos cuarenta años, que ha dejado hasta el momento once israelíes muertos, ocho de ellos soldados y tres civiles; la Organización Mundial de la Salud habla de más de 680 palestinos muertos, en su mayoría militantes de Hamás.

Según describen los corresponsales y observadores internacionales, las fuerzas judías han tomado posición en la ciudad de Gaza, y salvó ataques de “toco y salgo” esporádicos o de combates relámpagos feroces que nacen y se apagan con la misma intensidad, Hamás y sus combatientes se “esfumaron de la escena”.

Amparados en el conocimiento de cada porción de terreno de sus territorios, los comandos de resistencia no presentan blancos fijos sino que desde el sábado aparecen, atacan con morteros y granadas a las tropas y blindados judíos y luego desaparecen sin dejar rastros.

También son frecuentes, según los observadores, las “encerronas con coches bomba y fuego de francotiradores que complican el avance de los tanques y equipos blindados.

Según medios árabes, los vericuetos y escondrijos de la superpoblada ciudad de Gaza favorece este tipo de táctica combativa y ahorra bajas a los comandos palestinos.

En consecuencia, y como señala un corresponsal de la BBC, los tanques y soldados judíos permanecen la mayor parte del tiempo en sus posiciones, limitados a bombardear supuestos búnkeres o nidos de la resistencia, y a la espera de la aparición de un enemigo que se ha convertido gradualmente en fantasma.

Si bien ni Israel ni la resistencia proporcionan cifras oficiales de las bajas, el mando militar judío señala de “docenas” de combatientes palestinos muertos mientras que las cadenas árabes también indican de decenas de soldados israelíes muertos sin que se precise o confirme la información.

En cambio, según la sanidad palestina, tras el ingreso de las tropas y blindados a Gaza los civiles se convirtieron en las principales víctimas del fuego cruzado de los tanques, aviones y baterías misilísticas judías contra la infraestructura de Hamás.

Con un agravante: las tropas en su avance disparan constantemente sobre objetivos ubicados en un área superpoblada y las víctimas (entre ellas, niños y mujeres) ya superan a las de los combatientes de la resistencia.

Los operativos israelíes no arrojan hasta el momento ningún resultado. Como prueba del fracaso, los grupos de la resistencia palestina de Gaza continuaban con el lanzamiento de cohetes contra el sur del Estado judío.

Siguiendo la tendencia de los combatientes, las armas y la logística de Hamás se convirtieron en fantasmas que, de tanto en tanto, le auguraban a Israel desde sus escondites una “tumba en Gaza”.

En este cuadro de situación, Ehud Barak, uno de los integrantes, junto a Olmert y a Livni, del triunvirato criminal de Tel Aviv, dijo que “la ciudad de Gaza está parcialmente cercada”.

Obviamente se le olvidó decir que está cercada con tropas judías adentro, sometidas no solamente al fuego sorpresivo de la guerrilla palestina sino también a una presión psicológica que va a ir en aumento con el correr de las horas y de los días. ¿Qué va a hacer Israel en medio del cementerio (donde el hambre y la desesperación hacen más ruido que los misiles) con el enemigo convertido en fantasma.

Un gobierno que calla y no condena a los criminales del sionismo es también un gobierno
de canallas.

¡ Viva Palestina libre !