Murió MARIO BENEDETTI, pero viven sus cantos al amor


Nació el 14 de septiembre de 1920 en Uruguay. En 1928 inicia sus estudios primarios. En 1934 hace ingreso a la Escuela Raumsólica de Logosofía. Sus estudios secundarios los realizó de manera incompleta en 1935, en el Liceo Miranda, para continuar de manera libre, por problemas económicos.

Desde los catorce años trabajó en una empresa de repuestos para automóviles.

En 1945 se integró al equipo de redacción del semanario Marcha, donde permaneció hasta 1974, año en que fue clausurado por el gobierno de Bordaberry. En 1954 es nombrado director literario de dicho semanario.

En 1948 dirige la revista literaria Marginalia. En 1949 es miembro del consejo de redacción de Número, una de las revistas literarias más destacadas de la época. Participa activamente en el movimiento contra el Tratado Militar con los Estados Unidos. Es su primera acción como militante.

Obtuvo el Premio del Ministerio de Instrucción Pública por su primera compilación de cuentos.

En 1964 trabaja como crítico de teatro y codirector la página literaria semanal «Al pie de las letras». Colabora como humorista en la revista Peloduro. Escribe crítica de cine en La Tribuna Popular. Vuelve a Cuba para participar en el jurado del concurso Casa de las Américas. Participa en el encuentro sobre Rubén Darío.

Participa en el Congreso Cultural de La Habana con la ponencia “Sobre las relaciones entre el hombre de acción y el intelectual» y se vuelve Miembro del Consejo de Dirección de Casa de las Américas.

Junto a miembros del Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros, fundó en 1971 el Movimiento de Independientes 26 de Marzo, una agrupación que pasó a formar parte de la coalición de izquierdas Frente Amplio desde sus orígenes.

Benedetti fue representante del Movimiento 26 de Marzo en la Mesa Ejecutiva del Frente Amplio desde 1971 a 1973.

Publica Crónica del 71, compuesto en su mayoría de editoriales políticos publicados en el semanario Marcha, así como de un poema inédito y tres discursos pronunciados durante la campaña del Frente Amplio. También publica Los poemas comunicantes, con entrevistas a diversos poetas latinoamericanos.

Tras el Golpe de Estado de 1973 renuncia a su cargo en la universidad. Por sus posiciones políticas debe abandonar Uruguay, partiendo al exilio en Argentina. Posteriormente se exiliaría en Perú, donde fue detenido, deportado y amnistiado, para luego instalarse en Cuba, en 1976.

En 1976 vuelve a Cuba, esta vez como exiliado, y se reincorpora al Consejo de Dirección de Casa de las Américas.

En 1977 recalaría en España. Fueron diez largos años los que vivió alejado de su patria y de su familia.

Vuelve a Uruguay en marzo de 1983, iniciando el autodenominado período de desexilio, motivo de muchas de sus obras. Es nombrado Miembro del Consejo Editor de la nueva revista Brecha, que va a dar continuidad al proyecto de Marcha, interrumpido en 1974.

En 1986 recibe un Premio de Bulgaria. En 1987 es galardonado en Bruselas con un Premio de Amnistía Internacional. En 1989 es condecorado con una Medalla por el Consejo de Estado de Cuba. También junto a otros cincuenta escritores, fue distinguido en Chile.

En 1997 fue investido Doctor honoris causa en la Universidad de Alicante, de Valladolid y de La Habana.

El 17 de mayo de 2009 fallece a los 88 años de edad. El Palacio Legislativo fue designado como el sitio de su velatorio.

Su extensa obra abarcó los géneros narrativos, dramáticos y poéticos. Asimismo fue autor de ensayos y su voz recitando sus poemas fue grabada en varios casetes y cds en compañía de Daniel Viglietti o en solitario.



Táctica y estrategia

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos.

Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible.

Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos.

Mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos.

Mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple.

Mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.


Cuando sientas tu herida sangrar
cuando sientas tu voz sollozar
cuenta conmigo