EDITORIAL

García entrega río tambo y río Ene a Brasileros.

CENTRAL HIDROELÉCTRICA DE PAQUITZAPANGO

Afectará a Asháninkas y Colonos de la Selva Central

El imperio ha lanzado al mundo, la consigna de producir biocombustibles, extraer hidrocarburos y apoderarse del recurso agua en el siglo XXI, para liberar a EE.UU. – el mayor consumidor mundial de energía – de cualquier dependencia exterior en materia de alimentos e hidrocarburos.

La ofensiva mundial de las trasnacionales para apropiarse de nuestros recursos naturales amazónicos no tiene límite. Ahora sus operadores, con el Presidente Alan García, y sus Ministros a la cabeza, han puesto en la mira los recursos hídricos del corazón de la Selva Central, lo que ha puesto en alerta a los pueblos indígenas y colonos de la zona.

En realidad la firma Eletrobrás hace años venía gestionando dentro del Convenio Perú – Brasil, la Construcción de 03 Centrales hidroeléctricas en Puerto Prado (capital de Río Tambo), Boca Tsomabeni y Paquitzapango en el Río Ene, con una inversión de 6 mil millones de dólares, y cuadruplicar la producción de la Central del Mantaro, para abastecer de energía al Brasil.

También, este proyecto hidroeléctrico busca abastecer energía a los pozos petroleros y gasíferos de lotes 56 a cargo de Hunt Oil – EE.UU, lote 108 de PlusPetrol - de Argentina, de lote 90 de Petrobrás – Brasil, y el lote 57 de Repsol de España, que colindan y afectan las Áreas Naturales protegidas como la Reserva Comunal Asháninka, El Parque Nacional Otishi y la reserva Nomatshiguenga.

Esta iniciativa de Hidroeléctrica tiene relación con el paquete Legislativo, Privatizador de la Amazonía, ya que el Decreto Legislativo 1081 y 1083, facilitan la entrega de Recursos hídricos a grandes operadores privados, que solo buscan hacer negocios y dinero fácil con la venta del agua.

El proyecto de ley 2970 de la Congresista y Ministra de Vivienda Nidia Vílchez, que propone declarar en necesidad pública e interés nacional la Construcción de la Central hidroeléctrica de Paquitzapango - Río Ene, y crear la corporación de energía eléctrica de los ríos Ene y Tambo (CORENET), es un nuevo acto de entreguismo a las Transnacionales. Esta iniciativa legislativa no favorece a las Comunidades Nativas de la Selva Central, quienes ya tienen Proyectos de Electrificación aprobados (como Canuja en Río Tambo y San Francisco IV de río Ene), por el Sector de Energía y Minas.

La creación de la nueva Región Militar VRAE, es el contingente de seguridad y vigilancia de los intereses privados de las transnacionales, que la alianza alanista fujimorista, con el pretexto de combatir la expansión del Narcotráfico y los rezagos del senderismo, tiene el objetivo de cuidar las instalaciones de REPSOL, PLUSPETROL, HUNT OIL, PETROBRAS y de las extractoras de madera y Biocombustibles, que buscan instalarse en los Valles del Ene, Tambo y Perené de la Selva Central.


Proyecto Aprista viola todos los derechos

El Proyecto Alanista de privatizar los recursos hídricos a favor de grandes operadores privados con fines lucrativos, se expresan en la Resolución Ministerial Nº 546-2008-MEM/MINISTERIAL, del Ministro Pedro Sánchez Gamarra, que otorga concesión temporal a PAQUITZAPANGO ENERGÍA S.A.C. para los estudios de factibilidad para una Central Hidroeléctrica con una potencia instalada de 1,379 MW., en un plazo de 20 meses.

El Poder Ejecutivo y los congresistas apristas como Nidia Vílchez, tienen un Plan Concertado, para favorecer los intereses económicos y energéticos de las transnacionales, violando todos los derechos de los pueblos indígenas y comunidades locales de Mazamari, Pangoa y Río Tambo de la Selva Central.

Como siempre, no existen mecanismos de diálogo e información sobre este Proyecto, todo se hace a espaldas de los pueblos. Se viola el derecho a la consulta, a los territorios indígenas y al uso sostenible de los recursos naturales amparados por la Constitución Política, Convenio 169 de la OIT, y Declaración de las Naciones Unidas.

Esta Central Hidroeléctrica anularía la pesca y el transporte fluvial en el río Ene; dañaría la producción agrícola y la escasa nutrición de las Comunidades Nativas y Colonas. Un estudio de una misión alemana, observó que este viejo Proyecto de ELECTROPERU en la década de 1980 inundaría territorios de los Indígenas Asháninkas, perjudicando a todos los agricultores del Valle del Ene.

Los intereses privados del Brasil, buscan la construcción de líneas de transmisión hacia el Estado de ACRE, cruzando bosques vírgenes de las regiones de Ucayali, y Madre de Dios. Esto es parte de los grandes negocios que avala el Gobierno Regional Junín, que preside Vladimiro Huároc, quien aún sustenta de manera absurda la construcción de un ramal del gasoducto de Camisea desde Ayacucho hasta Huancayo, conociendo la existencia de 3 trillones de pies cúbicos de gas en el lote 57 concesionado a REPSOL.

En esta situación, las organizaciones como la FARE, CART, CARE, OARA y otras Centrales como AIDESEP, y la Cumbre Amazónica tienen el deber de unificarse en una sola propuesta social y técnica para evitar que se imponga los abusos del poder de turno que amenazan los recursos del agua, bosques, tierras, territorios, flora y fauna del corazón de la Selva Central.

Con este objetivo, las Centrales Asháninkas de los ríos Tambo y Ene, estan coordinando acciones legales y constitucionales, y programar sus justos reclamos sociales. Cualquier medida que afecte a los pueblos indígenas y afecte a la biodiversidad, requiere previamente de una consulta popular.

Exigimos la Evaluación Ambiental Estratégica como instrumento de gestión ambiental para detectar las posibles implicancias ambientales que van a causar estas centrales hidroeléctricas.