TLC CON EE.UU., CHINA Y CHILE VIOLAN SOBERANÍA Y NOS SOMETEN AL IMPERIO

La negociación de los Tratados de Libre Comercio (TLC) por los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García han estado caracterizados por la genuflexión y entreguismo extremos al haberse concedido las principales ventajas a Estados Unidos, China y Chile, dejando a su suerte a los productores nacionales y a la población peruana en general. Hagamos una rápido revisión de estos tratados.


TLC Estados Unidos - Perú

Es sintomático que en el caso de los Estados Unidos, el carácter excluyente de este haya sido señalado incluso por un personaje como Hernando de Soto, amigo de EEUU, quien ha señalado que sólo el 2% de las empresas peruanas se beneficiarían del TLC con EEUU.

Y es que los negociadores peruanos no han previsto planes para encarar los daños que los subsidios agrícolas norteamericanos causan a nuestra agricultura; para cautelar la salud pública y garantizar un precio justo para los medicamentos, así como las atribuciones necesarias que todo Estado soberano requiere para definir políticas públicas dirigidas a promover la inversión extranjera; así como, la protección del medioambiente y la biodiversidad. Para vergüenza nuestra ha sido EEUU quien ha incluido en el TLC mediante adendas, los temas laborales y ambientales.

El gobierno peruano ha esgrimido el argumento de la “compensación agraria” desplazando del debate un tema más relevante como es la relación entre el TLC y la estrategia de desarrollo agrario. Así se continúa con la lógica fundamentalista neoliberal según la cual toda liberalización comercial es garantía de modernización agraria. Sin embargo, este argumento de “primero liberaliza y luego viene la modernización” ya fue usado y puesto en práctica en los últimos quince años en nuestro país sin mayor éxito. De hecho, durante el fujimorato, buena parte de la agricultura peruana fue liberalizada con una fuerte caída de aranceles, sin ningún resultado digno de mencionar en la modernización del agro.

Un ejemplo concreto de este enfoque fallido de la liberalización como estímulo para la modernización ya viene ocurriendo con el sector algodón-textil durante los últimos tres años de vigencia del ATPDEA. Según la promesa del gobierno, el ATPDEA iba a significar que en el Perú pasemos de 60 a 200 mil hectáreas de algodón debido al boom exportador textil. Lo cierto es que la producción algodonera nacional sigue estancada en sus 80 mil hectáreas de baja productividad y los industriales peruanos prefieren importar cada vez más algodón subsidiado de los EE.UU. para reexportar prendas a este mismo país, sin que se haya generado mayor articulación entre nuestra agricultura e industria. Esta falta de integración agricultura-industria y falta de eslabonamientos, es lo que hace que ATPDEA y TLC por sí solos no nos ayuden a resolver nuestros problemas fundamentales de desarrollo.

Con este tratado EE.UU. adquiere la representación política y legal de sus trasnacionales que operan en Perú, de tal manera que ellos puedan llevar los casos a cortes internacionales de comercio (controladas también por ellos mismos) para la arbitración y resolución de disputas.

Las trasnacionales también tienen la opción de llevar al Estado peruano ante un tribunal secreto ubicado en el Banco Mundial si en el país existen “barreras a la inversión y el comercio”. Las barreras de protección, según el TLC, son las leyes de protección ambiental que trate de regular a las trasnacionales, los servicios públicos, correos, universidades estatales, bibliotecas públicas, minas, gestión publica del agua potable, etc. Para promover la inversión y facilitar el comercio, el Perú debe privatizar el sector público, incluyendo un masivo asalto a las funciones del poder judicial, las municipalidades y gobiernos regiones. Eso es para el Perú. Por otro lado, para EE.UU. el TLC es un simple acuerdo comercial a cargo del Departamento de Comercio.

La cláusula ‘derechos del inversionista’ del TLC permite a una trasnacional llevar a la corte del Banco Mundial al gobierno de Perú por cualquier ley que atente ‘legitimas ganancias’. Eso representa la inmunidad total de las trasnacionales que atentan contra la salud y contaminan el medio ambiente. El TLC le otorga a las trasnacionales el derecho a patentar las plantas medicinales (nuevas y tradicionales), le entrega a perpetuidad la biodiversidad de nuestro país incluyendo las semillas biogenéticas.

TLC China - Perú

En el caso del TLC con China, segun Mercedes Araoz, obtendríamos de China una desgravación inmediata para la uva y otros productos no tradicionales. Lo cierto es que China ha impuesto un acuerdo de desgravación de 13 a 7,5 % el primer año y luego seis largos años de desgravación de 6 años. Para el caso del mango es 0,5%. Esto debido a las «sensibilidades chinas».

¿No pensó Mercedes Araoz en los productores de su país? Cualquier negociador que antepone los
intereses nacionales hubiera echo prevalecer el acceso inmediato a los productos que actualmente nuestro país exporta a dicho destino, además de aquellos con claro potencial de ingreso a este país.

Pero como tristes datos, podemos constatar el rol que se le esta asignando al Perú reforzando su rol primario-exportador. Según cifras del Mincetur las principales empresas exportadoras peruanas a China son las mineras Antamina, Southern y Pesquera Hayduk, es decir, seguimos exportando minerales y harina de pescado.

A contramano, China, ya tiene afincada en el Perú entre las principales empresas importadoras: LG Perú, América Móvil y las tiendas Ripley y Saga con importación de electrodomésticos, celulares y ropa.

Estos no son riesgos para la industria local, son una amenaza concreta.

Como ya se señaló los productos chinos que ingresarán con menoresaranceles, y el Perú no ha podido mantener su propuesta de 13,89% de partidas excluidas de reducción de aranceles. La canasta de excluidos quedó reducida a 10%. Entre el 3,89% restante de excluidos tenemos 87 partidas entre los que se encuentran los sectores textiles, confecciones, calzado y productos metal mecánicos, que tendrán una progresiva en 16 años de desgravación.

Todo ello en medio de la protesta de los ‘productores peruanos quienes señalan que solo en el 2007 la importación de prendas de vestir chinas se elevó en 52%.

Según cifras de Aduanas, en el 2006 se importaron prendas por US $ 75 millones, mientras que en el 2007 las importaciones llegaron a US $ 115 millones.


TLC Chile - Perú

De modo similar al TLC con los Estados Unidos, el TLC con China trae para el Perú la liberalización de sus mercados y la protección para las inversiones chilenas, con particularidades que señalaremos. Si se considera que las inversiones del Perú en Chile son mínimas, y las chilenas en el Perú llegan a más de 100 mil millones de dólares, y hay una política para incrementar esas inversiones, resulta claro que en Chile había mayor interés en la suscripción del TLC.

Es que con este acuerdo se establece una serie de garantías para las inversiones chilenas. Entre ellas está un sistema de solución de controversias que excluye la ley nacional. Adicionalmente, se le otorga a Chile un nivel de protección de sus inversiones que contiene elementos inconstitucionales, porque la Constitución establece la facultad del Estado de expropiar empresas; por utilidad publica en caso de empresas nacionales, y por seguridad nacional en caso de empresas extranjeras. En el caso del TLC con Chile se está excluyendo la causal de seguridad nacional. Esto significa que el Estado está en capacidad, dada una emergencia, de expropiar empresas de cualquier país del mundo por la causal de seguridad nacional, excepto empresas chilenas. Por lo tanto, se ha producido un régimen de protección de carácter inconstitucional.

Por otro lado, las inversiones peruanas son tratadas con la punta del zapato por el Estado chileno. El anexo 11-F del mismo establece un régimen de excepciones que expresa lo siguiente sobre las inversiones peruanas: “El Comité de Inversiones Extranjeras de Chile tiene el derecho de rechazar las solicitudes (peruanas) de inversión a través del Decreto Ley 600 y la Ley 18657. Sin
perjuicio de cualquier otra disposición del presente acuerdo, Chile podrá prohibir a un inversionista del Perú o a una inversión cubierta (que se realiza bajo el amparo del TLC) transferir desde Chile el producto de la venta de todo o parte o la liquidación total de su inversión”.

Esto significa que si hay una inversión peruana en Chile y se venden sus activos, o parte de sus activos, la transferencia de esa venta puede ser prohibida por Chile hacia el Perú, por el plazo de un año o cinco años.

Un grupo de congresistas han presentado una demanda ante el Tribunal Constitucional sobre la compatibilidad constitucional del tratado.