Eran las 6,40 de la tarde del fatídico 15 agosto de 2007. Miles de estudiantes, hombres y mujeres retornaban a sus hogares, algunos después de luchar un día más contra la pobreza y la insensibilidad de los que más tienen y de un gobierno ajeno al sufrimiento del pueblo. 6,41 p.m. la región se paraliza producto de un terremoto nunca antes vivido.
Muerte, pánico, horror, gritos, lágrimas, oscuridad, destrucción, todos juntos esperando la muerte en más de tres minutos de indescriptible agonía. Esa noche fue la más larga de la historia de cada uno de los iqueños y demás zonas afectadas, no se podía conciliar el sueño pensando en mil y una cosa, sin energía eléctrica, sin agua, aislados del mundo, sin transporte, sin comunicaciones, con teléfonos colapsados; esa noche, en miles de hogares se lloraban heridos y cientos de muertos. Nadie sabía todavía, la verdad, alrededor de 84 réplicas de diversa intensidad se sintieron, otras muchas pasaron inadvertidas. Faltaron velas, refugios, medicinas, atención médica, es decir faltó casi todo, pero más que nada, hizo mucha falta una cultura preventiva y hábito de organización, en una zona declarada como altamente sísmica.
La mañana siguiente el panorama era catastrófico, insufrible, viviendas inhabitables. El terremoto demostró la verdad de una región que en la estadística económica ocupaba un lugar privilegiado, pero que en realidad las clases populares que son la mayoría, vivían en la pobreza. A pesar de ello se felicitaban por estar vivos, se consolaban por la pérdida material y cada uno mostraba lo que nada le quedaba. El servicio de energía eléctrica fue suspendido por más de 15 días, el agua potable dejó de discurrir por el colapso del sistema de distribución, tiendas y bodegas cerraron sus puertas, se suspendieron las clases, los servicios de radio, televisión y prensa escrita dejaron de funcionar y, como es lógico también, las autoridades fueron rebasadas por la magnitud del desastre.
Inmediatamente después del movimiento telúrico muchos países hermanos como Brasil, Argentina, Venezuela, Japón, Inglaterra, Francia, Alemania y otros enviaron donaciones. ¿A cuánto ascendieron en cifras esas donaciones? ¿dónde están?
Todo gobierno responsable tiene el deber de informar, y por imperio de la ley, la población tiene derecho a saber que se hace con el dinero de todos. ¿Quién sabe cuánto, qué, cómo se distribuyeron el dinero, las miles de toneladas de donaciones de toda índole que se recibieron?
Por ejemplo, Gian Marco, joven artista orgullo de los peruanos, organizó un mega evento musical con participación de artistas nacionales y extranjeros que, en un impresionante despliegue de tecnología moderna se transmitió en Chincha, Pisco e Ica en vivo y para todo el Perú vía satélite, Gian Marco entregó a las autoridades de INDECI la cifra de un millon de dolares; un año después nos preguntamos igual que Gian Marco ¿dónde y en que se han invertido ese millón de dólares?
El Gobierno Regional de Ica, ni siquiera podía con la demolición y recojo de escombros, increíblemente, logró que el hoy Presidente del Congreso, Alva Castro por ese entonces Ministro del Interior le transfiriera el presupuesto (alrededor de cinco millones de nuevos soles) para la construcción de 3 comisarías. Han pasado 3 gabinetes ministeriales, pero sin embargo, hasta la fecha no se ha cumplido con las construcciones, a pesar del dinero ya entregado hace muchos meses. ¿Por qué se demora tanto un expediente tan simple?
Lamentablemente INDECI permitió que el Gobierno Regional de Ica gastara más de dieciocho millones de nuevos soles en contratar cargadores frontales, tractores, volquetes por hora y no por volumen como mundialmente se contrata. Además se ha puesto al descubierto que las empresas fueron contratadas desde antes de convocarse la respectiva licitación y, por si fuera poco, el 89% de esas empresas no contaban con la maquinaria necesaria y la que ostentaban, había sido alquilada fueron de terceros.
Lo otro, rebasa los límites de la moral, funcionarios «de confianza» de Triveño a la sazón del Presidente Regional de Ica decidieron «comprar» 25 mil frazadas de dos plazas en una ferretería y sobrevaloradas en más de 40% de su valor real. Las distribuidoras de Jr. Huánuco, Gamarra, Abancay las tenían a alrededor de S/.11,50 mientras, en esa ferretería se compraron a S/.18,50 en una rápida operación que obtuvo una burocrática Orden de Compra.
Mientras todo esto ocurre con nuestras autoridades del gobierno Nacional, Regional y Locales queremos concluir con un enjuiciamiento público a dos años después del terremoto ya que los pobladores más pobres viven tan igual o peor como quedaron al día siguiente del terremoto:
¿Dónde está la ayuda prometida?
¿Dónde está la reconstrucción?¿Dónde están las donaciones?
¿Dónde están los bonos de seis mil?¿Dónde está el dinero recaudado?¿Dónde está el misterioso procurador anticorrupción?
Por ello, el pueblo iqueño se ha puesto de pie y ha realizado movilizaciones en Panamericana Sur.
El pueblo tiene derecho a indignarse, levantar su voz de protesta ante tanta insensibilidad manifiesta por parte de las autoridades de turno.
Esperemos ya no volver a escribir esta misma historia, porque la paciencia también se acaba.
