Triunfo de los pueblos amazónicos … PERÚ EN LA CURVA DEL DIABLO

Tras 2 meses de intensa movilización, los pueblos de la Amazonía lograron enfrentar exitosamente la represión de uno de los gobiernos más derechistas de América Latina, cosecharon amplia simpatía nacional e internacional, haciendo retroceder los proyectos de privatización del pulmón del planeta.

La combativa Huelga Indigena comenzó el 9 de abril de 2009, iniciando los cortes de carreteras y las tomas de ductos que transportan petróleo al exterior. Hay un antes y un después del 5 de junio, cuando la firmeza de miles afrontó la militarización y la masacre de Bagua, y reactivò la conciencia patriótica de millones de peruanos en costa, sierra y la propia selva.

Luego de la tragedia, el gobierno de Alan García diò marcha atrás con 2 de los decretos legislativos más cuestionados. Suspendìeron la 1090 y 1064 durante 90 días por el Congreso dominado por el oficialista APRA y los seguidores del sentenciado ex dictador Alberto Fujimori. El 1090, Ley Forestal y de Fauna Silvestre, deja fuera del régimen forestal 45 millones de hectáreas, o sea, 64 por ciento de los bosques del Perú, que podrían ser vendidos a trasnacionales., con solo decretarlo Alan Garcia. Aprovechan que la mayor parte de las comunidades no han titulado sus tierras. El DL 1064, Nuevo Régimen Jurídico de Tierras de Uso Agrario, deja sin efecto el acuerdo previo de las Comunidades para emprender proyectos en la Amazonia y favorece a los monopolios con la “servidumbres” a sus instalaciones y campamentos.

Después del 11 de Junio, ante la férrea decisión de los pueblos de la Selva, de seguir adelante con la Huelga Amazonica e intensificar las acciones, el presidente del Consejo de Ministros, Yehude Simon, se comprometió a derogar los dos decretos 1090 y 1064y anunció el levantamiento del estado de sitio en Bagua. Fue más lejos el lunes 15, durante su “rendición” en San Ramòn- Chanchamayo dio disculpas a los pueblos amazónicos y con Decreto Supremo instala el “dialogo” con AIDESEP y autoridades amazònicas.

Yehude Simon al formar parte de un gobierno derechista, es el mal ejemplo del viejo izquierdista convertido en hombre de Estado. En los 80 fue activo simpatizante del MRTA, por lo que fue preso durante el régimen de Fujimori. Ahora puso sus conocimientos sobre los movimientos sociales al servicio de las trasnacionales que usan y apropian de los bienes de la Naciòn: petroleo,gas, bosques, agua, biodiversidad, riquezas mineras, etc. Pero chocando con los mismos actores que frustraron la expansión del MRTA y Sendero Luminoso hacia la selva, los pueblos que defienden sus tierras y territorios.

El segundo gran éxito de los pueblos amazónicos se sintetiza en que la Amazonía es prioridad del país y es visible la problemática indígena, tejiendo lazos entre el mundo amazónico, andino y popular, tan divididos por quienes nos dominan. Al defender la Amazonia están defendiendo toda la humanidad; y al no ceder ante los engaños del gobierno, están reescribiendo la historia, recuperando para todos el sentido de la vida y la patria.

Las grandes marchas y los masivos paros registradas en todo el país desde el 11 de junio, incluyendo 50 mil manifestantes en Lima, la mayor concentración desde el final del Fujimorismo, evidencian la solidaridad con los pueblos amazónicos y el aislamiento polìtico del gobierno de García. Los pronunciamientos de organismos internacionales, incluyendo Naciones Unidas y muchos países, muestran que la simpatía traspasó fronteras.

El Perro del Hortelano buscó culpar a Bolivia y Venezuela de instigar la protesta índigena, meztiza y amazonica. Acusó a los dirigentes de “terroristas”, y sostuvo que esos países quieren evitar que Perú extraiga petróleo y sea competidor. Sus argumentos fueron pulverizados por la contundencia de la Huelga amazonica. Los pueblos lograron la derogatoria de la 1090 y 1064, el respeto a AIDESEP, sin frenar sus acciones de lucha. Cuando se firma el “Acta de Entendimiento” el 15 de junio con la Iglesia Católica, las comunidades y la Defensoría del Pueblo, el repudiado gobierno sólo consiguió oxigenarse con una nueva “Mesa de Dialogo”.

Otra enseñanza amazónica, es la importancia de la unidad programática, Los pueblos indígenas son unas 300 mil personas, en regiones amazónicas de 6 millones de habitantes y un país con 28 millones de ciudadanos. A pesar de las diferencias, la traición y la infiltración, se impuso la madurez de la unidad indígena, meztiza y andina de la Amazonía, la justeza de su causa patriótica y la sólida decisión comunitaria de luchar hasta el final. Hacer de los territorios trincheras y de sus cuerpos escudos, consiguió frenar la máquina represiva estatal y granjearse simpatías en todo el país. Han probado que no se lucha para perder, ni para obtener coimas o alguna ventaja disfrazada de derechos, sino para salvar la vida y evitar que la naturaleza sea convertida en mercancía para beneficiar a las transnacionales.

Al pelear por la sobrevivencia humana, por seguir siendo pueblos con dignidad, de nada valen los cálculos de costos y beneficios que han llevado a la crisis ética y política a parte de izquierdas, indigenismos y nacionalismos institucionales. Camino muy similar, han caminado los indigenas de Colombia al poner en marcha la Minga por la Vida, también para evitar que el TLC con Estados Unidos los sepulte como pueblos al convertir sus bosques en monocultivos para biocombustibles. Estas luchas abren un urgente debate sobre el desarrollo y los bienes comunes, que algunos gobiernos progresistas, como el de Brasil y Argentina, deberían tomar en cuenta si no quieren ser los sepultureros de la Amazonia y de la vida del planeta.